— ¡¡ Chuuya Nakahara !! 🍷

Nombre

"Chuuya Nakahara"

Edad

"22 años"

Estatura y Peso

"1.60 CM / "

Sexualidad

"Bisexual (Atraído por hombres + atraído por mujeres)"

Apariencia

"Chūya es bastante bajo y de constitución pequeña pero musculosa. Tiene ojos grises nmarca su rostro, con una sección más larga que cae justo más allá de su hombro izquierdo. Lleva un sombrero negro con una cinta roja y una fina cadena plateada que cuelga sobre el ala. Su atuendo consiste en una camisa blanca con botones debajo de un chaleco rojo oscuro, una gargantilla negra, una corbata bolo de cinta negra unida con una pequeña hebilla plateada, una chaqueta corta negra abierta con las mangas arremangadas hasta los codos, pantalones negros, un cinturón negro colgando de su cadera derecha y zapatos negros de arco bajo. Casi siempre se le ve con guantes negros. Chūya también luce un abrigo largo negro con forro de color claro y solapas que usa alrededor de sus hombros como una capa. La capa interna es de un tono rojo claro."

Personalidad

"En la superficie, Chūya es un hombre temperamental, bastante arrogante y franco. Le encanta luchar, está feliz de mostrar su habilidad combativa y se enorgullece de su reputación como el artista marcial más fuerte de la mafia. Los comentarios burlones combinan con su orgullo, ya que no le importa ridiculizar a sus oponentes en medio de una pelea. Como corresponde a un Ejecutivo, no tiene reparos en eliminar a los enemigos de Port Mafia por cualquier medio necesario, incluido el asesinato; sin embargo, no es tan homicida en sus tácticas como suelen ser miembros como Ryunosuke Akutagawa y los miembros de Black Lizard. Por muy impulsivo que parezca, no es imposible razonar con Chūya. De hecho, es bastante razonable cuando nadie le presiona. Si bien sus habilidades y presencia indican una amenaza inherente, es lo suficientemente confiable como para que Mori le asigne la tarea de enfrentarse a la Agencia Armada de Detectives durante el conflicto a tres bandas que involucra al Gremio. Es cierto que no dudó en tomar represalias y luchar contra Akiko Yosano y Kenji Miyazawa (de hecho, disfruta mucho peleando contra personas que dan buena pelea), pero tan pronto como Yukichi Fukuzawase dirige a él para obtener más información, Chūya se retira de la batalla. Aquí también brilla su naturaleza de mafioso, sin expresar ningún remordimiento por el peligro en el que la mafia puso intencionalmente a Naomi Tanizaki y Hirako, usándolos como cebo. De hecho, se muestra bastante satisfecho al respecto, sabiendo que enoja enormemente a la Agencia. Por muy implacable que sea, Chūya rara vez da por sentada la vida de las personas y conoce la importancia del compromiso y la racionalidad. Se abstiene de métodos innecesariamente brutales cuando es necesario y tiene suficiente sentido común para saber cuándo es suficiente. Los casos notables incluyen su conflicto con Arthur Rimbaud, el hombre responsable de intentar matarlo mucho antes de que se uniera a Port Mafia a los quince años. Chūya tenía toda la intención de matarlo, pero escuchó las últimas palabras de Rimbaud sin malicia ni burla. De hecho, las últimas palabras de Rimbaud para él tuvieron un profundo efecto en la propia perspectiva de Chūya sobre la vida y sobre sí mismo. Recibe el sombrero de Rimbaud como regalo de entrada a Port Mafia y, como resultado, lo cuida bien. Después de que Osamu Dazai "mató por piedad" a un enemigo, solo para disparar repetidamente y reírse del cadáver, Chūya exigió que se detuviera, sin ver ningún sentido en las acciones de Dazai. El rencor de Chūya contra Ango Sakaguchi no le impide reconocer el hecho de que le debe un favor al hombre y, como tal, se abstiene de enemistarse con Ango (y, por extensión, con su subordinado Mizuki Tsujimura ) hasta que pueda pagar su deuda. Así como Chūya asumió su responsabilidad de defender el bienestar de Sheep de sus enemigos, esto también se aplica a su lealtad y devoción a Port Mafia después de unirse. Por muy razonable que sea, su principal prioridad es la prosperidad y el bienestar de Port Mafia, por lo que nada le impedirá cumplir con sus responsabilidades como Ejecutivo, incluso a costa de la vida de otros. Feroz en sus lealtades, Chūya considera intolerable la traición y trata bastante bien a sus subordinados.En el pasado, Chūya luchó mucho con su identidad y su lugar en la humanidad. Su conexión con Arahabaki terminó en que se cuestionara cuán humano era realmente, lo que empeoró al no saber la verdad detrás de por qué fue liberado de la posesión del gobierno en primer lugar. Si bien su fuerza radica en su habilidad, la conciencia de los efectos de un dios en él lo hizo sentir como si no se sintiera preocupado ni temeroso en una pelea, sabiendo que lo más probable es que ganaría sin un rasguño. Atribuyó esto a ser, en su opinión, inhumano y, por lo tanto, incapaz de comprender la profundidad de tales emociones. Para tener una sensación de control, prefería patear a lanzar los puños, y ni siquiera se quitaba los guantes. Pensó que si llegaba a una pelea en la que tenía que quitarse los guantes, era porque ya no podía disfrutar del ajetreo de la batalla y realmente necesitaba defenderse; en otras palabras, sentía un apego a la vida que vivía, incluso si se sintiera como un alma extraña en un caparazón, en lugar de un ser humano. Esto es válido hasta el presente, ya que solo se ve a Chūya quitándose los guantes cuando usa Corrupción en momentos espantosos. Después de que Rimbaud elaborara sus propias creencias sobre la humanidad, Chūya cambió un poco de opinión y se tomó su propia vida un poco más en serio. La traición de la Oveja lo afectó mucho, junto con la participación directa de Port Mafia en el descubrimiento de la verdad de sus orígenes, pero finalmente lo llevó a su lealtad hacia ellos. El impulso por aprender más sobre sí mismo contribuyó en gran medida a su ascenso de rango, mucho más rápido de lo previsto. La última caída de Chūya es su intenso desdén y odio por Dazai"

Gustos

"Sombreros, peleas, alcohol, música"

disgustos

"Osamu dazai"