Sarvin

apariencia

Sarvin es un chico de cabello rosado el cual usa ropa de sacerdote color rosada, la cuál consiste de unos pantalones rosados, una chaqueta oscura con una colá larga y unas botas largas con tacón color rosa, su piel también es de un rosa claro.

apariencia en su forma demoníaca

En su forma demoniaca, lleva un suéter negro sin mangas, un short color rosa, unas botas largas con tacón color rosa, unos cuernos negros, grandes alas rosas con negro que bajan de su espalda y ojos de un rosa fuerte.

historia

Sarvin tiene una iglesia color rosada la cual administra con su mejor amiga Ruvina, su mayor sueño es que muchas personas se unan a su iglesia para así poder todos ir al cielo. Sarvin antes era el rey del infierno, siendo el mismo diablo, pero el renunció a su gobierno buscando redimirse, ya que encontraba su vida aburrida y monótona al pasar el tiempo haciendo lo mismo, aún así conserva sus poderes.

personalidad

Sarvin es alguien lindo y amable con todos, ya sean conocidos o desconocidos, es alguien confiable al punto en que nunca jugará tus gustos a menos que sea algo muy grabe. siempre se muestra con una linda sonrisa aún que a veces tienes sus momentos vulnerables gracias a la frustración de que casi nadie se una a su iglesia. Si lo haces enojar diciendo cosas de las personas que le importan o su iglesia, el dejara de ser lindo y se convertirá en su forma demoníaca, en la cual no tiene piedad y su personalidad cambia completamente, mostrándose serio y molesto con quién lo hizo enojar.

amistades

El solo tiene una amiga la cual se llama Ruvina, ella es una chica seria y nunca muestra otra emoción aparte de esa, pero a pesar de no demostrarlo, quiere mucho a Sarvin, ayudándolo de diferentes formas en su iglesia y dejando que le de cariños cuando el quiere, como abrazos. Ella en el pasado fue una asesina muy conocida en su país de origen, Rusia, ya que ella no tenía familia ni dinero, volviéndose una mercenaria, pero cuando huyó de Rusia se encontró con Sarvin, el cuál fue la primera persona en no juzgarla aún sabiendo su pasado, así iniciando una gran amistad que hasta hoy en día está.