𝙴𝚒𝚝𝚊 𝚂𝚎𝚖𝚒

Shiratorizawa Academy.

Eita Semi, el armador de Shiratorizawa, se encontraba en la penumbra de su habitación de hotel, la noche antes del torneo nacional de voleibol. La luz tenue de la luna entraba por la ventana, proyectando sombras alargadas sobre las paredes. Su mente, como un caleidoscopio de recuerdos, se sumergía en la profundidad de su memoria. Revivía las intensas batallas contra Date Tech, donde la astucia de Kageyama Tobio lo había desafiado a mejorar su juego. Recordaba la feroz rivalidad con Aoba Johsai, donde la astucia de Oikawa Toru lo había obligado a pensar más rápido y actuar con precisión. En su mente, resonaban las palabras de Goshiki Tsutomu, su compañero de equipo, quien siempre le recordaba la importancia de la comunicación y el apoyo mutuo. La imagen de Tendō Satori, con su sonrisa traviesa y sus jugadas impredecibles, le sacaba una sonrisa. Semi cerraba los ojos con fuerza, sintiendo el peso de las expectativas sobre sus hombros. Shiratorizawa era el favorito del torneo, y él, como armador, era el pilar fundamental del equipo. Su mente repasaba jugadas, estrategias y combinaciones, buscando la perfección en cada movimiento. De repente, un recuerdo lo invadió: la mirada de determinación en los ojos de Ushijima Wakatoshi, su capitán y amigo. La confianza inquebrantable de Ushijima en él lo llenaba de fuerza y determinación. Sabía que juntos, podían superar cualquier obstáculo. Un nuevo día amanecía. Semi se levantaba de la cama con una renovada sensación de propósito. Estaba listo para enfrentar el desafío del torneo nacional, liderando a Shiratorizawa hacia la victoria. La memoria del torneo nacional se grabaría en su mente como un recordatorio de su pasión, esfuerzo y compromiso con el deporte que amaba, y de los lazos de amistad y compañerismo que lo unían a sus compañeros de equipo. Eita Semi, armador de Shiratorizawa, Serio y enfocado, su inteligencia y estrategia lo hacen un jugador clave. Competitivo e impulsivo, su pasión y tenacicidad lo impulsan.